En el pasado, tuve un restaurante y cantina en la ciudad de Nueva York
con mi amigo Miguel, también se llama: San Miguel. El restaurante
está en la calle "Lugar St. Marks" entre avenida segunda y tercera,
también se llama calle ocho. Hay muchas tiendas, restaurantes y cantinas,
al lado de nuestro lugar. Nuestro restaurante es muy popular porque
tenemos mejores alimentos para un precio bueno. Nosotros también
tenemos diversión buena.
Los domingos por la noche, tenemos un hombre que viene al restaurante,
toca la guitarra y canta. Pagamos a él cien dólares por tres horas de música.
Nosotros también damos a él cervezas gratis. Él dice a nosotros que él
toca la guitarra en una alianza enfrente de más gente. Su guitarra tiene
doce cuerdas, cual está muy difícil de tocar.
Hay mucha gente en el restaurante cuando él comienza. Él es muy
bueno y a la gente le gusta su música. San Miguel y yo estamos muy
felices porque la gente está feliz y ellos están comprando muchos alimentos y
bebidas.
Él toca música para dos horas y quiere tomar un descanso, pero la
gente quiere que él siga tocando. Él dice a la gente si alguien
quiere tocar su guitarra y cantar, puede usar su guitarra. Nadie es
voluntario. Él sigue tocando, pero él también sigue pidiendo
a alguien tomar su lugar y tocar su música. Hasta que finalmente hay un
chico voluntario. Él y su novia, caminan al hombre tocando la guitarra.
El chico levanta a su novia y pone a ella arriba de la mesa y al lado de él y
dice a la gente que él canta a su novia y solamente una canción. El chico
toma la guitarra cuerda doce del hombre y se sienta en la silla, mirando a su
novia.
Luego Él comienza a cantar la canción “Chica Ojos Café” de Van
Morrison. Él toca la guitarra y canta superior. La gente se vuelve
loca. Las personas dan una ovación muy fuerte; el chico es mucho
mejor que el hombre. El hombre está muy frustrado con la gente porque a
ellos les gusta el chico. Yo digo a San Miguel - "Haces que esto
pase y pagas al chico?" San Miguel dice "No pago al chico, fue
aleatorio".
Cuando el chico termina cantando, la gente pide cantar más, pero el chico
dijo que solamente una canción. El chico da la guitarra al hombre y él y su
novia caminan a su mesa. El hombre está ansioso y avergonzado.
Luego, para dos horas, él canta y toca la guitarra gratis.
¡Qué noche tan buena para todos!
Escrito por: Miguel Du Pont
Español I
13 noviembre 2012
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